Ir al contenido principal

La Muerte


La máscara de la muerte no es modo alguna su verdadero rostro.

Tendemos a pensar en la muerte como lo más terrible que existe. Esto
es así porque no la conocemos. Y al no conocerla proyectamos sobre su
rostro las imágenes de nuestros más terribles miedos. Así que no es
ella quien nos hace temblar, ni mucho menos quien nos daña: son
nuestros propios miedos los que hacen esto.

El rostro verdadero de la muerte es inefable. Y su corazón es Paz.
Esto es lo que verdaderamente es. Lo que verdaderamente ofrece. El
servicio que verdaderamente viene a cumplir. Y lo que su sonrisa
expresa: una Paz Inefable.

La muerte habla de un cese. Y el cese de las ansiedades es la paz.

No hablo sólo de la muerte del cuerpo, que tiene un momento para
morir desde que tuvo un momento para nacer. Porque lo que surge ha de
desaparecer. Y cambiar, en tanto los dos procesos se unen.

Es necesario reconocer que, aún después de la muerte del cuerpo,
siguen presentes en el Flujo de la Vida las partículas de vida que
amamos y que caminaron, rieron y compartieron con nosotros.

La enseñanza de la muerte es mucho más amplia que un cuerpo tieso o
pestilente. Mucho más amplia que las lágrimas o las palabras
susurradas ante un montoncito de tierra.

La muerte es la compañera de la vida, y ambas se complementan
maravillosamente. Porque si una nos ofrece las posibilidades, la otra
nos entrega sus enseñanzas.

Piensa en la muerte como un cese. Y en el cese como Paz.

Y así te darás cuenta de que su enseñanza y su presencia es
realmente muy deseable en nuestra vida.

Porque la muerte se llevará todo lo que ya pasó para que no nos
estorbe en el presente. Si lo piensas bien, el pasado está muerto sin
importar cuánto insistas en revivirlo. La muerte sólo nos recuerda
lo que en realidad está pasando: las cosas cambian y perecen. Sin
importar lo apegado que estés a tus recuerdos, es otra la
manifestación de la vida que tienes ante tus ojos ahora. Es muy
difícil cargar muertos. No es sólo pesado, es también nauseabundo.

Piensa en la muerte como cese. Y en el cese como Paz.

Como en la gota que deja de chisporrotear en el fuego. Como en el humo
que al fin se disipa.

Como en la preocupación que se deja de pensar. Como en la oscuridad
en la que se enciende una luz.

No ha habido destrucción. Sólo cese. Y en esto no hay sufrimiento ni
agresión, excepto el que nosotros mismos causemos por aferrarnos a
que exista algo que ya no existe; por aferrarnos a que las cosas se
mantengan inmutables cuando sabemos que cambiarán, lo queramos o no.

No ha habido destrucción. Sólo cese. Sólo Paz.

Quizás la enseñanza más importante de la muerte es que nos enseña
a apreciar el presente al máximo, al saber que pronto se lo llevará.
Y que se lleva el momento que cambia y perece, para que puedas
disfrutar de uno nuevo. Así que, por un lado te ofrece nuevos
momentos, y por otro, se lleva los viejos para que aprecies lo que
llega, sin sentirte jamás abrumado.

Déjate acompañar por ella. Porque hasta Dios decidió que fuera la
compañera de la vida. No hablo de destrucción, ni de agresión.
Hablo de la Muerte, Que como la Vida, tiene muchas cosas que
ofrecernos, y qué enseñarnos. La Paz, por ejemplo. ¿Acaso le temes
a la Paz?

Que se vaya lo que pasó. Y que se viva lo que está aquí. Deja el
sufrimiento para quienes se rebelan contra la realidad.

Un abrazo fraternal.

El Loco

Comentarios

Entradas más populares de este blog

aceptar la realidad....

¿Qué es el conflicto? Cuando no aceptamos los hechos, lo que realmente es, cuando escapamos hacia algo llamado un ideal -el opuesto de ‘lo que es’- entonces el conflicto es inevitable. Cuando uno es incapaz de mirar y observar lo que realmente está haciendo y pensando, entonces evade lo que es y proyecta un ideal; en consecuencia, hay conflicto entre ‘lo que es’ y ‘lo que debería ser’. Si son ustedes serios, verán que existe una manera de vivir en la que no hay ninguna clase de conflicto. Si se interesan en esto, si realmente les importa, si desean encontrar un modo de vivir en que no exista ese sentido de esfuerzo inútil, entonces, por favor, presten cuidadosa atención al hecho, a la verdad de lo que se expresa, de modo que ello sea la propia observación de ustedes. El conflicto existe cuando, haciendo caso omiso de lo que realmente ocurre, traducimos lo que ocurre en términos de un ideal -de lo que ‘debería ser’- cuando transformamos el hecho en un concepto que hemos aceptado o que n

Oración de Maria Sabina, mujer medicina

“YO SOY” MUJER… “Soy la mujer que sola nací soy la mujer que sola caí soy la mujer que espera … soy la mujer que examina soy la mujer que mira hacia dentro soy la mujer que busca debajo del agua soy la nadadora sagrada porque puedo nadar en lo grandioso. Soy la mujer luna soy la mujer que vuela soy la mujer aerolito soy la mujer constelación huarache soy la mujer constelación bastón soy la mujer estrella, porque vengo recorriendo los lugares desde su origen soy la mujer de la brisa soy la mujer rocío fresco soy la mujer del alba soy la mujer crepúsculo. soy la mujer que brota soy la mujer arrancada soy la mujer que llora soy la mujer que chifla soy la mujer que hace sonar soy la mujer tamborista soy la mujer trompetista soy la mujer violinista soy la mujer que alegra porque soy la payasa sagrada. soy la mujer piedra de sal soy la mujer luz del día soy la mujer que hace girar soy la mujer del cielo soy la mujer del Bien s

Ceremonia de 4 tabacos

Ceremonia de cuatro tabacos La ceremonia de cuatro tabacos tiene su origen en Norteamérica y en la parte norte de México, la practicaban diferentes tribus indígenas de las praderas, y dependiendo del lugar se utilizaban diferentes plantas, cantos y rezos, pero en esencia el ritual se conserva, siendo un espacio de conexión con el cosmos, para orar, liberarse, sanar, pedir fuerza y agradecer al gran espíritu. La ceremonia se realiza exclusivamente en la noche porque es en este momento cuando el misterio se cierne sobre la tierra y los espíritus están más propensos a manifestarse. El ritual se inicia más o menos a las 9 pm y se extiende hasta las 7 de la mañana”. El hombre del fuego se encarga de mantener toda la noche encendida la hoguera ceremonial, las llamas deben estar elevadas hasta el amanecer y a lo largo del ritual con las brasas que deja el fuego se arman diseños, se dibuja primero una media luna junto al tabaco del propósito, luego un corazón con el tabaco del a