Ir al contenido principal

Pon fin a tu agresividad




¿Tienes un carácter nervioso? ¿Te entran ganas de darle un puñetazo en la cara al dominguero que te ha cortado la calle? ¿Te cuelas en la cola del supermercado? ¿Sueltas sandeces a la auxiliar de policía que te “multa”? ¿Le “das una lección” a la compañera de trabajo que te interrumpe delante de tu jefe? ¡Para!

Si las ocasiones en que sientes que “hierves” interiormente son muy habituales, una disputa o un desencadenamiento de insultos no te aliviarán, aunque pienses lo contrario. Esta actitud puede acabar siendo agotadora, pues además de hacerte perder tontamente tu energía, hace subir tu adrenalina. Así pues “conseguir dominar tu agresividad, al igual que cuando se consigue una victoria, lo cual aumentará tu orgullo y te levantará el ánimo”, explica el doctor Christian Zaczyk.
Puedes ganarlo todo, pues a largo plazo la agresividad supone consecuencias nefastas, ya sea en la amistad, en el trabajo o en el amor, pues puede acabar provocando un rechazo por parte de tu entorno. ¡Los “bocazas” no siempre son apreciados! Debes empezar eliminando los reflejos negativos.

Defenderse atacando
Es la técnica del “agredido agresor”. Aprende a solucionar de otra forma tus conflictos, utilizando, sobre todo, el diálogo para neutralizarlos. Es una actitud que te ayuda a no quedar como un histérico y que te obliga a escuchar al “tipo coñazo” que tienes ante ti. Intenta entender su actitud o sus reivindicaciones, aunque te horroricen. Aprovecha para dar el valor justo a los acontecimientos: este señor te ha empujado o te ha arrebatado ante tus narices tu plaza de aparcamiento. ¿No crees que es un poco exagerado empezar a insultarse? No tienes que agobiarte, sino aprender a expresar tus emociones de forma clara y sin enfados. No te olvides que aunque puedes sancionar el comportamiento del otro, también tienes que respetar al individuo y no denigrarlo.

Subir el tono
Utiliza la técnica denominada “misa rezada”. Frente a los chillidos (ya sean los tuyos o los de tu interlocutor), ralentiza progresivamente tu elocución y tu volumen sonoro: tu interlocutor hará lo mismo sin darse cuenta. Con un tono de voz bajo, ¡el conflicto se solucionará mejor!

Dejarte desbordar por la energía
Los factores desencadenantes de la agresividad son, en general, el estrés, la insatisfacción, la frustración, las preocupaciones personales… En la vida cotidiana, cada uno se enfrenta al doble papel de agresor y agredido. Y, a fuerza de encajar golpes, el riesgo de dejarse llevar por una tontería aumenta hasta que una gota colma el vaso. Para gestionar mejor tu estrés y canalizar tu energía, practica un arte marcial como el karate, que asocia el dominio de las preocupaciones con el conocimiento de uno mismo, además de integrar el respeto por los demás. Es ideal para calmar a los que se alteran rápidamente. Un deporte “de desahogo” (atletismo, squash, natación, vela…) también puede ser beneficioso para disminuir la tensión nerviosa.

Isabelle Delaleu

Comentarios

Entradas más populares de este blog

aceptar la realidad....

¿Qué es el conflicto? Cuando no aceptamos los hechos, lo que realmente es, cuando escapamos hacia algo llamado un ideal -el opuesto de ‘lo que es’- entonces el conflicto es inevitable. Cuando uno es incapaz de mirar y observar lo que realmente está haciendo y pensando, entonces evade lo que es y proyecta un ideal; en consecuencia, hay conflicto entre ‘lo que es’ y ‘lo que debería ser’. Si son ustedes serios, verán que existe una manera de vivir en la que no hay ninguna clase de conflicto. Si se interesan en esto, si realmente les importa, si desean encontrar un modo de vivir en que no exista ese sentido de esfuerzo inútil, entonces, por favor, presten cuidadosa atención al hecho, a la verdad de lo que se expresa, de modo que ello sea la propia observación de ustedes. El conflicto existe cuando, haciendo caso omiso de lo que realmente ocurre, traducimos lo que ocurre en términos de un ideal -de lo que ‘debería ser’- cuando transformamos el hecho en un concepto que hemos aceptado o que n

Oración de Maria Sabina, mujer medicina

“YO SOY” MUJER… “Soy la mujer que sola nací soy la mujer que sola caí soy la mujer que espera … soy la mujer que examina soy la mujer que mira hacia dentro soy la mujer que busca debajo del agua soy la nadadora sagrada porque puedo nadar en lo grandioso. Soy la mujer luna soy la mujer que vuela soy la mujer aerolito soy la mujer constelación huarache soy la mujer constelación bastón soy la mujer estrella, porque vengo recorriendo los lugares desde su origen soy la mujer de la brisa soy la mujer rocío fresco soy la mujer del alba soy la mujer crepúsculo. soy la mujer que brota soy la mujer arrancada soy la mujer que llora soy la mujer que chifla soy la mujer que hace sonar soy la mujer tamborista soy la mujer trompetista soy la mujer violinista soy la mujer que alegra porque soy la payasa sagrada. soy la mujer piedra de sal soy la mujer luz del día soy la mujer que hace girar soy la mujer del cielo soy la mujer del Bien s

Ceremonia de 4 tabacos

Ceremonia de cuatro tabacos La ceremonia de cuatro tabacos tiene su origen en Norteamérica y en la parte norte de México, la practicaban diferentes tribus indígenas de las praderas, y dependiendo del lugar se utilizaban diferentes plantas, cantos y rezos, pero en esencia el ritual se conserva, siendo un espacio de conexión con el cosmos, para orar, liberarse, sanar, pedir fuerza y agradecer al gran espíritu. La ceremonia se realiza exclusivamente en la noche porque es en este momento cuando el misterio se cierne sobre la tierra y los espíritus están más propensos a manifestarse. El ritual se inicia más o menos a las 9 pm y se extiende hasta las 7 de la mañana”. El hombre del fuego se encarga de mantener toda la noche encendida la hoguera ceremonial, las llamas deben estar elevadas hasta el amanecer y a lo largo del ritual con las brasas que deja el fuego se arman diseños, se dibuja primero una media luna junto al tabaco del propósito, luego un corazón con el tabaco del a